Andersen y Artiles ganan el trofeo benéfico de la fundación Alejandro da Silva.
En el Real Club de Golf de Las Palmas, Diego Santana, Chicha Prada y todo el equipo de la Fundación Alejandro Da Silva junto a Octavio Roca, Presidente del Comité de Competición del Real Club de Golf de Las Palmas, presidían el reparto de premios de la VII Edición del Torneo Solidario contra la leucemia, cuyo lema de este año es “El Golpe que Ayuda”.
Un campo en perfectas condiciones, banderas centradas, greenes buenos y ligeros, barras adelantadas, el club facilitaba el juego de todas las categorías, desde los seniors y súper seniors, pues tomaron parte jugadores con más de 70 años hasta los benjamines, niños y niñas que todavía no han cumplido 10 años con lo que se vieron en Bandama todo tipo de golpes, desde espectaculares clavadas, hasta rabazos que no se levantaban del suelo.
Ganaba el Torneo la pareja formada por Roberto Andersen y José Julio Artiles, quienes jugaban los primeros 9 hoyos rozando la excelencia, se venían abajo entre el 11 y el 15 pero remontaban la vuelta con un gran birdie en el 17, terminando con un putt de 5 metros en el 18 que les valía para presentar la mejor tarjeta del día, 47 puntos, resultado imbatible, bajando respectivamente a 23 y 22 de hándicap. Los segundos clasificados fueron Félix Melian junto a la infantil Ana Belén Virseda, bien compaginados durante toda la vuelta firmando un buen resultado de 44 puntos, siendo la tercera dupla clasificada la formada por Jorge Montesdeoca – Marcial Domínguez, quienes leían los greenes con precisión y hacían 42 puntos. Un punto más que Aitor Trojaola junto a Antonio Martín-Calderin , dos amateurs de hándicaps medios que firmaban 41 puntos y se adelantaban a los infantiles, Javier Jorcano y Jorge Monagas, dos jóvenes de parecida trayectoria, con gran afición y muchas posibilidades que terminaban con 40 puntos. Premio especial para los seniors Juancho Sánchez y Enrique Recarte quienes igualaban el par del campo y se llevaban el premio especial para esta categoría.
Tanto para Robin Andersen como para Pepe Julio Artiles este ha sido uno de sus primeros torneos. Disfrutaron con sus buenos golpes, aprendieron de sus errores, sufrieron cuando se tornaron las cosas y la bola no volaba alta y larga, compartieron emociones, además del abrazo que se daban al terminar la vuelta.
