En Canarias muchas mujeres con más de 65 años siguen compitiendo.
Pertenecen a una categoría del golf todavía no creada, la realidad es más rápida que la legalidad, son súper super senior, pues muchas tienen más de 65 años y alguna supera los 80.
Juegan al menos dos veces en semana 18 hoyos, los martes con el grupo femenino en el Real Club de Golf de Las Palmas y los fines de semana, no solo con los amigos para pasar el rato, sino que compiten contra todo tipo de adversarios desde los 15 años en adelante. Probablemente para el resto de los deportistas, algo sorprendente, para los aficionados al golf, una realidad que se vive día a día en cualquiera de sus campos.
Tanto Pepa Márquez, Amparo Padrón, Maria Aurora Neyra, Pepa Domínguez, Nora Shallow, Flora Boissier, Piluca Roca y Lolina Romero –todas ellas todavía en activo- empezaron a practicar el golf cuando se trasladó la sede del Club desde Escaleritas a los terrenos actuales de los Llanos de Bandama. Les siguieron Tere Fuentes y Yeye Navarro, quienes llegaron a jugar muy bien, se vivían finales de los años 50 del siglo pasado, ya han transcurrido más de 5 lustros y el golf forma parte de sus vidas. Pero otras han empezado mucho después como Cristina Valle, Maribel Gómez, Cecile Rohner o Tere León, (quien lo ha dejado hace un par de años), pero todas en mayor o menor medida, disfrutan de la intensidad de las partidas, de las competiciones en las que participan y del entorno en el hacen deporte, con al menos 65 años. Así damos inicio a nuestra charla con un par de cafés.
Para mi jugar al golf es la vida, la vida con letras mayúsculas nos cuenta Pepa Domínguez. Es un conjunto de cosas esenciales: salud, ocio, familia, ejercicio, estar al aire libre, socializarme, flexibilidad… no sé, muchas, muchas y todas buenas. Es calidad en la forma de vivir. Tanto mis padres, como mis dos hermanos jugaban estupendamente de chicos, pero yo empecé mucho mas tarde, pues siempre fui una enamorada del tenis, al igual que mi marido Vicente. Pero cuando nos casamos, mi padre nos dio de alta en el club, y nos metió en vereda…. (Se ríe) y hasta hoy, tanto mis hijos como mis nietos, mejor o peor, todos juegan. Probablemente soy de las mayores en Canarias, pero en el golf, solo te sientes bien compañera si juegas en parejas, bien adversaria, si la modalidad es individual. El resultado es el que importa.
Todas nos sentimos así y así nos hacen sentir. La edad es solo la suma de experiencias de muchos hoyos jugados a lo largo de los años.
Pepa Marquez: Cuando empece a jugar, el Golf me apasionó. Era mucho más dificil que ahora pues los palos, las bolas y la técnica eran muy diferentes.
Pepa Márquez nacía en el año 1936, recibía sus primeras clases de Chano Sánchez cuando ya tenía 5 chiquillos, continuando con Felipe Santana, porque Chano se marchó a la mili, compaginando a partir de entonces trabajo, familia y en los ratos libres, el golf. Tiene ahora hándicap 26,4 pero llego a ser 12, cuando era un poco más joven, pegaba más fuerte y tenía más habilidades. Nos cuenta entre risas, la sorpresa tanto de ella como de los amigos con quienes viajaban, como consiguió ganar todos los premios de la Semana Internacional del Golf en Marbella, en el campo de Los Monteros, quedando primera en la categoría hándicap, bajando de 36 a 27.
El golf ha sido mi afición, deporte y ocio, pero además me ha salvado la vida, evitando que este sentada en una silla de ruedas. Padezco artritis reumatoide, una enfermedad invalidante y a fuerza de voluntad, volví a colocar mis dedos semi torcidos, unas manos que casi no reconocía, sobre el grip del palo, al principio con mucha dificultad, y volvía a salir al campo. Al principio jugaba horrorosamente mal, daba golpes espantosos, pero no decaía, pues notaba que aunque muy lenta había mejoría, hasta el día de hoy en que puedo hacerlo con enorme soltura. No me mal entiendan, mejor no juego, pero les aseguro, que sí que juego y compito.
FRASE DESTACADA: El golf me ha salvado la vida, evitando que este sentada en una silla de ruedas
Pepa Domínguez: una institución en el Golf femenino.
“Empecé a jugar cuando plantaban este campo, allá por los años 50 y todavía me sigue gustando competir”.
Pepa Domínguez tiene más de 80 años, todavía le pega fuerte a la bola con el drive, pues cuando le da bien, pasa la primera cuesta del hoyo 9 (un concepto muy de Bandama). Se queja de su poca habilidad putteando, “siempre ha sido mi cruz”, pero en cambio tiene mucho talento ejecutando todos los golpes alrededor del green, lo que le ha llevado a ganar muchos torneos. Nos recuerda las 3 copas Fernando Rivero que ha conquistado, la primera plaza hándicap en el 75º aniversario del Club, quedando segunda tras Catherine Lacoste o el Trofeo del Primer aniversario de Maspalomas. Nunca ha dado clase, pero entiende bien la filosofía de este deporte.
“Me sigue gustando competir pues las metas exigen poner toda la atención posible en lo que se hace, un objetivo a lograr. Además las capitanas me sortean con personas diferentes, mucha gente nueva que llega y me interesa conocer, paso buenos ratos con señoras jóvenes y hablamos de todo, pero “no temas de viejas” nunca de enfermedades, tristezas, pues hay que estar alegre para compartir ratos con las amigas”.
Con 79 años me fracturé el hombro, augurándome que no volvería a jugar. El mismo día que comencé la rehabilitación, volví a coger un palo y empecé a hacer swings en el jardín, poquito a poco, primero pequeños y así hasta volver a salir al campo. Claro que juego peor que antes, pero cuando tengo el día y me cuadran las cosas, cumplo mi hándicap 23,9.
FRASE DESTACADA: El Golf no es solo un deporte, es una forma de vida.
Cecile Rohner: Fue un gran acierto empezar a jugar.
Nuestra última invitada al café, es Cecile Rohner, quien empezaba a jugar hace tan solo 15 años, cuando no había cumplido 55 y ya tiene hándicap 33.
Fue una decisión acertada, “pues parte de mi semana rota en torno a la posibilidad de jugar “los martes de señoras” o algún partido con las amigas o la familia”. Pero sobre todo fue acertada por la posibilidad de hacer deporte al aire libre, en lugares maravillosos y entre gente de todo tipo.
Recuerda con ilusión -y entre sonrisas- cuando ganó en un torneo benéfico, unos zapatos de golf “preciosos” y luego le dieron un trofeo que todavía guarda, pues gracias a puttear de maravilla consiguió un buenísimo resultados. El putt es su mejor aliado, su palo preferido y con seguridad el que le mantiene su hándicap, pero en golf no hay nada perfecto, así que Cecile, se lamenta por no ser muy competitiva. Cuando sus dos nietos mayores eran pequeños, los acompañó al campo en sus inicios, les interesó por el golf, pasó ratos especiales con ellos. En un campo de golf, te puede tocar jugar, con un señor extranjero que no habla tu idioma, con una niña de 12 años que ya juega mucho mejor que tu, con una súper súper senior o con un joven veinteañero que pierde hoyo tras hoyo la bola, pues le pega muy fuerte y desviado, y te pasas la mañana en el rought buscando bolas. Siempre conoces gente nueva.
FRASE DESTACADA: Espero poder seguir jugando y no tener que dejarlo.